PERIODO DETOX Y
REFLEXIONES POST VACACIONALES
¡Hola
de nuevo! Hace tiempo que no estoy por aquí y tenía mono de escribir mis
pequeñas cosas. No, no os he abandonado. Simplemente he tenido un periodo de
Detox general.
El
verano se ha pasado como un suspiro, y poco a poco nos hemos ido metiendo en la
rutina otra vez. Los niños, llevan la adaptación del colegio casi mejor que yo,
y por mi cabeza empiezan a asomar nuevos y emocionantes retos, al menos
eso pinta.
En
estos meses atrás me he dado cuenta de la importancia que tiene el estar
también “desconectado” no solo de las redes sociales, sino también de todo lo
habitual, para poder pensar en aquello que realmente quiero hacer, sin
intrusiones externas que me distraigan.
Entonces
fue cuando me tocó mirar hacia adentro…
Cosas que ya estaban y
que hay que seguir trabajando en ellas
Comencé
a escribir, con mucha emoción, lo que espero que se convierta en mi segundo
libro. Estoy dando pinceladas a lo que quiero hacer, pero, necesito más formación.
Entonces no me agobié, simplemente escribí a grandes rasgos lo que quería
plasmar en cada uno de los personajes y de momento se ha quedado ahí. Seguiré
con mis cursos en Octubre para volver a la carga en este aspecto, con muchas
ganas. Quiero seguir subiendo hacia una lectura más fresca y dinámica.
*Libros que me han
ayudado este verano: Adquirí en un mercadillo el maravilloso libro de Louise L. Hay Usted
puede sanar su vida, que llevaba tiempo queriendo tener, me
encanta volver a leerlo una y otra vez.
A correr, de Alma Obregón para inspirarme en
una historia real antes de dar mi pequeño gran paso (os lo recomiendo si os
gustan las historias de superación)
Los
libros de Leire Piriz
que ya os comenté antes del verano, son muy buenos y completos (nutrición y
estilo de vida).
Entonces fue cuando me tocó analizar los primeros seis
meses del año…
Gracias
a que en “mi oficina” tengo los *recortes de
aquello que quiero conseguir, este año mi sorpresa ha sido que, he ido
retirando fotos y casi casi tengo cumplido todo aquello que me propuse, pero,
por el camino han ido naciendo cositas nuevas. Éstas, me tambalean, me sacuden
y me hacen ser más yo. Me dan pistas de por dónde debo ir, y con fe ciega,
camino hacia ellas, sin más.
Es
esa sensación de que la fase creativa está volviendo otra vez a mí, que me empuja
para abrir más los ojos y me hace tener esa visión túnel enfocada en lo que
realmente me importa.
Todo
empezó cuando decidí que quería cuidarme más, de aprovechar el verano y hacer
zumos naturales, polos de frutas y comidas más saludables…
*Explicaré el tablero de visión a finales de este año.
Cosas que han llegado a mí y no he dicho que No
Y
entonces fue cuando una amiga del Camping me propuso hacer la carrera de Unicef de Noja,
tan solo eran 4 km y lo haríamos en grupo. Era mi primera carrera, pero lo que
no sabía, es que sin querer abrí la puerta a aquello que llevaba años queriendo
hacer, correr.
Y
sin más allí estábamos un domingo, rodeados de cientos de personas haciendo
Zumba para ir calentando, en la plaza de la villa. Todos, mayores y pequeños,
familias enteras, carritos de bebés, abuelos y abuelas…
Por
un instante miré a mi alrededor, ese ambiente me había fascinado. Agarré fuerte
a mi hijo de la mano y pude notar como la energía salía de mí, liberando todo
el estrés, me sentía más que feliz.
La
salida fue un poco agobiante con tanta gente de un lado para el otro. Los niños
del grupo se fueron por el “atajo” acompañados de los vecinos, nos esperarían
en la meta. Y nos pusimos a correr sin más. Yo seguía a la marabunta sin pensar
mucho en lo que me esperaba por delante. En la primera curva llenando las
aceras había carteles, gente animando a conocidos y desconocidos, era
inevitable que en cuestión de minutos, e ir viendo todo aquello, la piel se me
quedase "chinita", como dice mi amiga mejicana, y los ojos se me
empezaron a empapar de la emoción ¡Qué sensación más maravillosa!
En
ese momento me di cuenta que durante casi una hora entera corriendo a mi
pequeño ritmo, centrándome solo en eso, sin pensar en nada más. Tanto lo urgente como lo mundano tendría que esperar, acababa de encontrar un rincón para mí, estaba más
que agradecida.
Hubo
un rato en que pensé que no podía más pero, la emoción de llegar a la meta me
invadía por completo y seguí, seguí sin parar, sin pensar… y crucé.
Mi
hijo me estaba esperando y abrazados corrimos los últimos metros. Creo que
recordaré ese día para el resto de mi vida.
Y
así seguimos hasta hoy, que voy muy poco a poco y que gracias a mis locas
compañeras de trabajo el mes que viene haremos los 10km en el Bilbao Night
Marathon ¡estoy deseando que llegue!
Pues,
como veis, aquí sigo, sumando experiencias. Ha sido un verano muy productivo,
con decisiones que irán dando sus frutos para el año próximo, de momento sigo
cosechando a mi ritmo, un ritmo que no para.
La vida ha hecho que demos la bienvenida a nuestro hogar a un nuevo miembro
gatuno, nuestra niña, Milka. Se la encontraron merodeando por la basura y una
vecina la recogió y automáticamente pensó “tú te vas con Patry” y así ha sido.
Os
invito a que os quedéis, y que me leáis. Puede ser que entre alguna línea haya
algo que os valga, os ayude u os saque una sonrisa.
Como
siempre, hecho con mucho amor para gente bonita.
Nos vemos pronto, hasta entonces, disfrutar de todo lo bueno que tiene la vida.