TERAPIA DEL ACANTILADO
Llegamos a los últimos
días de este 2019, el tiempo ya se escurre entre los dedos y las miras están
puestas en el momento actual en los recuerdos de este año y todo lo que se
avecina.
A
mí me gusta despedir el año con un pequeño ritual al que cariñosamente llamo
"Terapia del acantilado". Hoy lo hice con mis hijos y mi marido y
estoy segura que en estos días que faltan volveré a repetirlo con mi madre y
hermana o amigas.
El
método es bien simple pero requiere de una reflexión el día anterior y una
intención poderosa en el momento en el que se realiza. Para todos los lectores
de mi primer libro El sí del Alma, un relato del libro lo dedico a este momento
de forma algo más extensa.
Voy a ir al grano, para
no enredar algo que es tan simple.
Este ritual se basa en pensar
en aquella/s situaciones, personas o cosas propias tuyas de las que te quieres
deshacer, suprimir o literalmente tirar acantilado abajo. Puedes pensar en
varias opciones pero hacerlo con sentido, tiene que ser algo que realmente te
moleste en tu vida y le quieras dar el pase de fin de visita.
Suelo ir al acantilado que está en lo más alto
de donde vivo, Castro Urdiales. Imagínate el marco; el cantábrico de fondo con
el frío de diciembre. Vas caminando y eliges una piedra. Pero claro, no una
piedra cualquiera, ¡no!, tiene que ser un buen pedrusco. Uno que cuando lo
mires pienses... está no sale del fondo del mar jamás de los jamases.
Saco del bolsillo el
rotulador permanente y sentencio con ganas escribiendo lo que quiero que se
marche.
Pongo la intención de que
eso que está escrito ya ha salido de mi vida. Entonces me acerco al borde del
acantilado. Vuelvo a comprobar que efectivamente no hay ningún espontáneo
pescando debajo para no cometer ningún delito y agarro mi piedra. Entonces antes del
último paso me detengo unos segundos. Cojo aire y grito con todas
mis fuerzas : ¡FUERAAAAAAA! Mientras la lanzo al vacío.
Te
liberas, te envalentonas, sientes más espacio. Yo personalmente, me siento más
viva.
Si
vas acompañado haz que alguien te lo grabe. Pero no lo tengas en el sentido de
mostrarlo sino guardarlo para ti. Durante el año, a veces tendrás recaídas y
esa situación o persona volverá a rondar por tu cabeza, ponte entonces el
vídeo. Vale para eso.
Tus imágenes te recuerdan que lo que te crea esa situación ya está fuera de tu vida y
que está en las profundidades del océano y no contigo. Ya verás cómo al venir todo eso de ti, las creerás y te sentirás bien.
Es un compromiso contigo mism@. Es decir, no solo es
escribir en
una piedra y ya. Las cosas no funcionan así. Hay que ponerle la
intención y acompañarlo siempre con una acción que será lo que determine si
realmente quieres sacarlo de tu vida. La piedra es algo simbólico, es un primer
paso hacia la acción
Unos
pequeños consejos:
- Elige la mejor hora: Si eres más
tímid@ o es tu primera vez hazlo en una hora en la que no haya mucha gente. Yo
lo hice hoy a media mañana y la gente te mira raro. Pero ya me da un poco
igual.
- Mejor
si vas con alguien. Comparte este momento tan personal con alguien de
confianza. Alguien que, aunque no lo haga, te apoye y esté ahí contigo. Empecé haciendo este ritual con mi madre y ahora mis hijos también hacen los suyos propios.
-Cree
en ello: Creer es lo que hará que todo funcione.
Este
es mi ritual, me encantaría saber cómo es el tuyo. ¿Me lo cuentas?
Gracias
por escuchar, te deseo lo mejor.
Feliz
2020.