miércoles, 20 de marzo de 2019

Y TÚ...¿CÓMO LE HABLAS A TU AGUA INTERIOR?




Con lo que voy a escribir a continuación,  creo que me voy a tirar directamente de cabeza a la piscina. No me he vuelto loca, simplemente es una reflexión que me parece interesante. Si tenéis un poco de paciencia y aguantáis hasta el final, creo que os gustará.
Hace dos semanas, estaba hablando con una de mis pacientes recién diagnosticada de un tipo de cáncer hemático (de sangre) en su habitación. Ya habían pasado unos cinco días desde que lo sabía y el jarro de agua fría todavía goteaba. Ella es joven y este había sido su primer ingreso hospitalario. Se sentía bastante asustada por el aluvión de información recibida y, lo único que su cabeza había podido traducir fue: cáncer, quimioterapia, cambio de planta, para ya. Dentro de la gravedad de esta situación, afortunadamente para ella, en su caso, había un tratamiento que comenzaba en varios días y las probabilidades de éxito eran altas.
Suspiraba con aquella mezcla de emociones que aún no era capaz de digerir. Y me aventuré a mirarla tranquilamente, me senté a los pies de su cama y le dije:

-Sé que a partir de este momento, muchas cosas en ti van a cambiar. Hazme el favor y llora cada vez que te entren ganas, pero también ríe, sueña y sigue con tu vida pese a esta “etiqueta” que es momentánea. No estoy en tu pellejo, pero, estoy aquí, contigo.

“Estamos hechos prácticamente de agua, y es muy importante la forma en la que le hablas a tu agua interior.”
Lógicamente tras la última perla, me miró como las vacas al tren. Lógicamente, al soltar aquello sabía que ella estaba preparada para oírlo, por las conversaciones que habíamos mantenido anteriormente. Se lo resumí así: Un médico japonés llamado Masaru Emoto descubrió que el agua tenía una vibración. Esa vibración, cambiaba según los pensamientos y las palabras que tuviesen las personas. Todo esto se traducía a través de unos bellísimos cristales hexagonales. Si esto lo extrapolamos hacia el cuerpo humano, que es prácticamente agua, te puedes imaginar lo que es capaz de hacer en nuestro interior. Estas palabras y pensamientos tienen memoria vibracional. No me lo creas, compruébalo. Puedes ver el  documental y también hay un libro llamado “Mensajes del agua”.
Al día siguiente, pasé a verla porque no la llevaba yo. La noche anterior, se había visto el documental y le habían encantado las fotografías. No le di una cura, pero sí en algo en qué pensar.
Aquello en lo que más te centras, es lo que más atraes siempre y en cada situación, sin excepción. Allí donde va tu atención, es dónde pones tu energía y todo se expande.
                Tengo por seguro que sigue preocupada por su estado de salud. Tengo por seguro que hoy día sigue padeciendo cáncer. Pero, también tengo por seguro, que no todo su tiempo lo va a emplear en centrarse en su enfermedad.

Quizás, lo que he narrado líneas arriba pase desapercibido para muchos, incluso parezca ridículo o místico… Pero hace que te cuestiones…

“Si los pensamientos pueden hacerle eso al agua, imagina lo que nuestros pensamientos pueden hacernos a nosotros

Para mí estas palabras fueron un descubrimiento que me impactó de sobremanera.


PEQUEÑO RESUMEN DEL ESTUDIO DE MASARU EMOTO.

Masaru Emoto fue un científico Japonés (22 de julio de 1943 - 17 de octubre de 2014) que, mediante un ARM (Analizador de Resonancia Magnética)  trasfirió información vibracional al agua estructurada. Esta agua era especial (no era del grifo) y la llamó agua HADO.
Muchos de los síntomas causados por distintas enfermedades podían curarse con esta agua, tratándose alrededor de 10.000 personas.
Al principio a los médicos y los científicos les costaba creer en la idea de que el agua por sí sola pudiese curar, por ello, Masaru tomó la firme decisión de demostrarlo.
Se basó en la idea de que no existían dos copos de nieve iguales y, si la nieve es agua y, tiene cristales, entonces el agua debe tener esos mismos cristales cuando está helada. Así comenzó este estudio, aunque no se obtuvo resultados inmediatos.

¿Qué es un cristal de agua?

Todo lo que existe en este mundo, vibra. La vibración es energía y es esta misma vibración la que viaja a través del agua. Por tanto, los cristales hexagonales que nos presenta, se podría decir que es la fuerza vital de la madre naturaleza.
También se dice que la ausencia de cristales hexagonales en el agua puede ser un indicio  de que la fuerza vital de una determinada forma por una u otra razón, ha sido puesta en peligro energéticamente. Para llegar a estas conclusiones se han basado en el estudio de 8 años. Unos 60 días después del inicio del estudio, consiguieron la primera fotografía de la cual, Masaru, se sintió tan agradecido que la puso en la portada de su libro “Mensajes del agua”.
Para extraer las muestras: Elegían el lugar y recogían el agua en un frasco. Las muestras, se disponían en placas de Petri aproximadamente 1 ml a -25ºC durante tres horas. Pasado ese tiempo, eran colocadas  bajo el microscopio, se esperaba a ver qué forma aparecía.
Pero este estudio dio para mucho, mucho más de lo que en un principio se había estimado.



Exposición del agua a la música:

Teniendo en cuenta que la música se creó para volver a llevarnos a la vibración original de bienestar, es lógico pensar que la música reajusta las vibraciones distorsionales, se ve en la propia historia del ser humano (tras una guerra siempre se ha visto que las personas crean canciones positivas para elevar el ánimo). Por eso Masaru estaba seguro que la música, es un método de curación antes que una expresión artística. Al exponer el agua destilada en contacto con la música surge su lado expresivo, se transforma según va cambiando la música. El resultado, juzgar vosotros mismos.



Entonces fue mas allá….

Exposición del agua a las palabras: Tanto positivas, como negativas














Exposición del agua a los pensamientos: Tanto positivos, como negativos.

Aquí se usó agua común del grifo. A través del pensamiento positivo dirigido con buenas palabras y centrándose en ello se observó un pequeño cristal que empezó a aumentar de tamaño lentamente. Al observarlo bajo el microscopio se vio un único cristal perfectamente equilibrado.
A través de la cristalización el agua nos está diciendo que puede actuar como nuestro espejo, que puede reflejar el pensamiento humano. El agua tiene la capacidad de mostrarnos lo que no podemos ver. Esa misma agua también fluye por nuestro cuerpo y nutre a todo tipo de vida que hay en la tierra.
Toda esta información que aquí aparece, si tenéis curiosidad la tenéis a vuestra disposición en Internet y en el libro. Me acordé de esa reflexión y la quise plasmar en estas líneas. No sólo ocurre con el agua, ocurre con las plantas y con muchas otras cosas más.
Con esto, espero que os haya hecho pensar, aunque solo sea un minuto, que quizás haya algo más que lo que pueden apreciar nuestros ojos físicos. A mí así me gusta creerlo.
                Ya veis que en este blog no sólo se habla de escritura, también me encanta todos los temas relacionados con pensamiento positivo y crecimiento personal.








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